¿Provoca halitosis el uso de la mascarilla?
Los problemas que acarrean llevar la mascarilla.
En las últimas semanas, se han creado varios bulos sobre el efecto de la mascarilla en la salud oral. Mal aliento, sensación de boca seca, manchas en los dientes… son las alteraciones que se les atribuyen. Se achaca a la mascarilla la falta de oxígeno limpio y la concentración de CO2. Sin embargo, no existe evidencia científica que relacione su uso con la aparición de patologías orales.
Millones de bacterias conviven en la boca pertenecientes a unas 300 familias diferentes. La falta de oxígeno puede alterar la simbiosis para dar lugar a un desequilibrio (disbiosis). Esto haría que algunas bacterias orales más patógenas pudieran desarrollarse y predominar. Sin embargo, es altamente improbable que el uso de las mascarillas produzca esta situación de falta de oxígeno.
Halitosis
El uso de la mascarilla y esa supuesta falta de oxígeno, no son las causas de la halitosis (mal aliento). Esto es lo que pasa:
Al llevar la mascarilla, una parte del aire que expiramos queda durante un mayor tiempo en contacto con nuestro sistema olfativo. Por ese motivo, algunas personas piensan que han desarrollado ahora este problema, cuando lo cierto es que ya lo padecían antes de llevar la mascarilla pero no lo habían detectado.
Asimismo, hay que señalar que las mascarillas se van deteriorando con el uso. Las quirúrgicas, por ejemplo, deben desecharse a las 4 o 6 horas. Por el contrario, de no hacerlo irán acumulando saliva, perdiendo su eficacia e incrementando el mal olor.
La importancia de extremar la higiene y mantener hábitos saludables
El hecho de llevar la boca tapada con la mascarilla no debe suponer el abandono de la higiene bucodental. Puesto que, lo que sí que está demostrado es que las enfermedades comentadas aparecen por la mala higiene. Se debe realizar un cepillado de dientes 2 veces al día con pasta dentífrica fluorada. Ahora más que nunca, es imprescindible lavarnos las manos antes del cepillado dental. Además, cuidar el cepillo dental antes y después de usarlo, limpiarlo, enjuagarlo y secarlo.
Del mismo modo, hay que mantener hábitos de alimentación saludables. ¿Cómo? Sobre todo, disminuyendo al máximo los productos azucarados y evitando el consumo de alcohol y tabaco.
Por último, la Dra. Patricia Sánchez recomienda acudir al dentista ante cualquier trastorno de la cavidad oral. Las alteraciones bucodentales se han de abordar lo antes posible. La mayoría de las patologías orales tienen un tratamiento sencillo si se diagnostican de forma precoz.
Pide cita aquí.